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  • Foto del escritorCelia Vázquez García

Érase una vez un pirata muy famoso en Cartagena de Indias...

Gabriel García Márquez

(Aracataca, Colombia 1928 - México DF, 2014)

Cien años de soledad (1967)

[II]


Cuando el pirata Francis Drake asaltó a Riohacha, en el siglo XVI, la bisabuela de Úrsula Iguarán se asustó tanto con el toque de rebato y el estampido de los cañones, que perdió el control de los nervios y se sentó en un fogón encendido. Las quemaduras la dejaron convertida en una esposa inútil para toda la vida. No podía sentarse sino de medio lado, acomodada en cojines, y algo extraño debió quedarle en el modo de andar, porque nunca volvió a caminar en público. Renunció a toda clase de hábitos sociales obsesionada por la idea de que su cuerpo despedía un olor a chamusquina. El alba la sorprendía en el patio sin atreverse a dormir, porque soñaba que los ingleses con sus feroces perros de asalto se metían por la ventana del dormitorio y la sometían a vergonzosos tormentos con hierros al rojo vivo.


Así comienza el segundo capítulo de la obra más popular de Gabriel García Márquez, Cien años de soledad.


Y todo el mundo en Cartagena de Indias tiene presente la historia y a uno de sus personajes importantes: Sir Francis Drake para los ingleses y Pirata Drake para los españoles. Ya sabemos que cada cual habla de la feria según le va en ella. La casa que habitó durante su estancia en esta ciudad ha sido rehabilitada recientemente.


casa-de-drake-cartagena-de-indias

Francis Drake llegó a Cartagena en 1586 y de las varias versiones que cuentan del ataque y saqueo de éste a la ciudad me basaré en lo que cuentan historiadores y cartageneros como Eduardo Lemaitre, Federico Herrera o Judith Porto de González.


Drake era de origen modesto, nacido en Devonshire, Inglaterra. Pronto comenzó a navegar por las costas de Inglaterra y por su carácter arrojado y enérgico se ganó la estima del capitán de la nave. Eran piratas que merodeaban esas costas y cuando el capitán murió le dejo su barco. Parece ser que Drake era sobrino de otro conocido pirata, John Hawkins quien le aconsejó vender ese barco e irse con él de piratería por el Caribe.


Podemos decir que era un pirata ilegal, porque luego pasaría a ser pirata "legalizado" por la reina de Inglaterra, Isabel I, bucanero o corsario, así se llamaban, es decir piratas autorizados por sus gobiernos para perseguir y saquear a los barcos de una nación enemiga.

Atacó primero Panamá y sorprendió a los españoles que transportaban el oro y la plata del Perú para embarcarla por el estrecho de Panamá en el lado del Caribe, en Portobelo. No contento con eso y teniendo en cuento el apetito voraz de riquezas de su reina. Luego en 1577, lo apoyó para que hiciera la travesía por el Estrecho de Magallanes, para que por sorpresa atacara las posesiones españolas en el Pacífico, las saqueara y hundiera. Así Drake dio la vuelta a América, regresó por California, cruzó el Pacífico y el Cabo de Buena Esperanza y volvió a Inglaterra. Fue la segunda persona que realizó esa hazaña después de Sebastián Elcano. Pronto fue nombrado Sir por la reina. A partir de ahí estas dos naciones se convirtieron en enemigas.


Resumiremos bastante la historia de sus hazañas llenas de luces y sombras y pasaremos por alto la pérdida de la Armada Invencible para España que le contó a Francis Drake como un triunfo apoteósico ante la corona inglesa.


Volvamos al momento en que Drake llega a Costa Firme en 1585. En Riohacha robó, saqueó y quemó iglesias y conventos, rara costumbre en él, lo mismo hizo en Santa Marta. Adquiere renombre por su osadía y valor. Además se dice que era un hombre bien parecido, de cabellos rojos y porte de galán. y también cuenta la leyenda que Drake en algunas de sus idas y venidas a España trabajó para la duquesa de Frías, donde aprendió modales cortesanos y con su porte gentil y arrogante creó un mito a su alrededor.



En febrero de 1586, un miércoles de ceniza, se avistaron las banderas del pirata-corsario frente a las costas de Cartagena, pero la ciudad no estaba indefensa ante los diecinueve barcos. A pesar de la defensa a ultranza , finalmente Cartagena hubo de doblegarse ante las armas de Drake. Aquí disfrutó el pirata de días de placer con buenas mujeres, una excelente casa, la del Gobernador de Cartagena don Pedro Fernández del Busto, justo frente a la puerta principal de la catedral. Robó todo lo que quiso y quemó las casas de madera y adobe. Las autoridades habían tenido tiempo de esconderse a unos kilómetros, en Turbaco, residencia de campo de los españoles adinerados. Lo que no sabían los españoles era que los mejores aliados de Drake eran los negros que, desde el comienzo les habían indicado por donde podían entrar y le fueron diciendo donde tenían enterradas sus riquezas los amos, lo que hizo aumentar el botín de Drake. Incluso utilizó las campanas de las iglesias para fundirlas y aumentar su artillería e incluso pidió un rescate a la ciudad para ser liberada. Por cuatrocientos mil ducados prometía abandonarla. El obispo le ofreció menos y por eso castigó a la catedral con las balas de un pequeño cañón colocado en la plaza Mayor y con esto tumbó las arcadas de la Catedral. Finalmente se llevó ciento siete mil pesos en oro, perlas y piedras preciosas.


En mi memoria Drake aparece por primera vez como el pirata que entró tras los galeones españoles que volvían de las Américas escoltadas por navíos franceses que las protegían y que los vientos y la corriente del golfo trajeron a la Ría de Vigo, al Estrecho de Rande, donde tuvo lugar la batalla del mismo nombre que Henry Kamen, famoso historiador británico relata en un artículo escrito para una revista viguesa. Finalmente los ingleses ganan la batalla pero no consiguen llevarse todo el botín pues algunos barcos son hundidos y además de supone que antes de iniciarse la batalla los españoles tuvieron tiempo de transportar a tierra la plata para ser transportada en burros hasta la ciudad de Lugo. De esta manera este personaje histórico está relacionado con la ciudad de mi nacimiento, Vigo, y la ciudad que añoro por su belleza, magia y temperatura cuando me vuelvo a Galicia : Cartagena de Indias.




Referencias

Herrera de Ávila, Federico. Historia, Cuentos y Leyendas de Cartagena de Indias. Cartagena de Indias: Editora Bolívar, 2005.

Kamen, Henry. La destrucción de la Flota española de la plata en Vigo en 1702. Boletín de Estudios Vigueses, año III, nº 3, 1997 (Trad. Celia Vázquez García).

Kamen, Henry. Felipe de España. Madrid: Siglo XXI de España Editores, 1997.

Kamen, Henry. Peuqeña Historia de la Conquista de América. Madrid: Espasa, 2014.

Lemaitre, Eduardo. Breve historia de Cartagena 1501-1901. Cartagena de Indias: Italgraf, 2016.

Porto de González, Judith. Asaltos y sitios a Cartagena de Indias durante la Colonia. Cartagena de Indias: La Baranda, 1998.


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